San Juan Bautista

San Juan Bautista es un famoso personaje bíblico que es también el santo patrón de muchos temas diferentes, incluyendo constructores, sastres, impresores, bautistas, convertidos a la fe, personas que se enfrentan a tormentas y sus efectos (como el granizo), y personas que necesitan curarse de espasmos o convulsiones. John también es el santo patrón de una variedad de lugares en todo el mundo, como Puerto Rico; Jordania, Quebec, Canadá; Charleston, Carolina del Sur (EE.UU.); Cornwall, Inglaterra; y varias ciudades en Italia. Aquí hay una biografía de la vida de Juan y una mirada a algunos milagros que los creyentes dicen que Dios realizó a través de Juan.

Preparando el camino para que Jesucristo venga

Juan fue un profeta bíblico que preparó el camino para el ministerio de Jesucristo y se convirtió en uno de sus discípulos. Los cristianos creen que Juan lo hizo al predicar a mucha gente sobre la importancia de arrepentirse de sus pecados para que pudieran crecer más cerca de Dios cuando el Mesías (el salvador del mundo) vino en la forma de Jesucristo.
Juan vivió durante el siglo I en el antiguo Imperio Romano (en la parte que ahora es Israel). El Arcángel Gabriel anunció su próximo nacimiento a los padres de Juan, Zacarías (un sumo sacerdote) e Isabel (prima de la Virgen María). Gabriel dijo de la misión que Dios le dio a Juan: "Él será para vosotros gozo y deleite, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. ... irá delante del Señor... para preparar un pueblo preparado para el Señor."
Ya que Zacarías e Isabel habían experimentado un largo tiempo de infertilidad, el nacimiento de Juan sería un milagro -- uno que Zacarías no creyó al principio. La respuesta incrédula de Zacarías al mensaje de Gabriel le costó su voz por un tiempo; Gabriel le quitó a Zacarías la capacidad de hablar hasta que Juan nació y Zacarías expresó la verdadera fe.

Viviendo en el desierto y bautizando a la gente

Juan creció para convertirse en un hombre fuerte que pasó mucho tiempo en el desierto orando sin distracciones innecesarias. La Biblia lo describe como alguien de gran sabiduría, pero con una apariencia áspera: Llevaba ropa cruda hecha de pieles de camello y comía alimentos silvestres como langostas y miel cruda. El Evangelio de Marcos dice que la obra de Juan en el desierto cumplió una profecía del Libro de Isaías en el Antiguo Testamento (Torá) que dice que "la voz de uno que clama en el desierto" dará paso a la obra ministerial del Mesías y anunciará: "Preparad el camino del Señor; enderezad sus caminos".
La manera clave en que Juan preparó a la gente para la obra de Jesucristo en la Tierra fue "proclamando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados" (Marcos 1:4). Mucha gente vino al desierto para escuchar a Juan predicar, confesar sus pecados, y ser bautizado en agua como una señal de su nueva pureza y renovadas relaciones con Dios. Los versículos 7 y 8 citan a Juan diciendo acerca de Jesús: "El que es más poderoso que yo viene tras de mí; no soy digno de agacharme y desatar la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua; pero él os bautizará con el Espíritu Santo".

Piedad como de nosotros, y pureza

Antes de que Jesús comenzara su ministerio público, le pidió a Juan que lo bautizara en el río Jordán. Mateo 3:16-17 de la Biblia registra los milagros que ocurrieron en ese evento: "Tan pronto como Jesús fue bautizado, salió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y posarse sobre él. Y una voz del cielo dijo:'Este es mi Hijo, a quien amo; en él tengo complacencia'".
Tanto los musulmanes como los cristianos honran a Juan por el ejemplo de santidad que dio. El Corán describe a Juan como un fiel y amable modelo a seguir: "Y piedad como de nosotros, y pureza: era piadoso y bondadoso con sus padres, y no era prepotente ni rebelde" (Libro 19, versículos 13-14).

Morir como un mártir

La franqueza de Juan sobre la importancia de vivir con fe e integridad le costó la vida. Murió como mártir en el 31 d.C. Mateo capítulo 6 de la Biblia dice que Herodías, la esposa del rey Herodes, "tenía rencor" (verso 19) contra Juan porque le dijo a Herodes que ella no debía divorciarse de su primer esposo para casarse con él.
Cuando Herodías convenció a la hija de Herodes para que le pidiera a Herodes que le diera la cabeza de Juan en una bandeja en un banquete real - después de que Herodes le había prometido públicamente que le daría a su hija todo lo que quisiera, sin saber lo que le pediría - Herodes decidió concederle su petición enviando soldados para decapitar a Juan, a pesar de que él estaba "profundamente afligido" (versículo 26) por el plan. El ejemplo de Juan de santidad inflexible ha inspirado a mucha gente desde entonces.